Los nacidos bajo el signo del Caballo suelen verse favorecidos por el destino, ya que se les han concedido muchos privilegios a lo largo de su trayectoria vital. Suele ser de buena presencia, señorial, elegante y elocuente. En su mayoría, el Caballo sabrá utilizar sus ventajas innatas a su favor de muchas maneras. Les encanta el jaleo, las fiestas y la vida social. Les gusta ser el centro de atención y pronunciar grandes discursos. Sus historias son siempre divertidas y emocionantes, sean ciertas o no. En cualquier caso, en todas partes encuentran oyentes entusiastas que se quedan embelesados con sus narices. Así crean un círculo de admiradores que les dan la referencia necesaria. Los caballos siempre están dispuestos a recibir halagos y cumplidos. En realidad, los caballos son más hábiles que inteligentes. Pero precisamente porque lo saben, intentan aparentar seguridad en sí mismos. Son fogosos, ambiciosos y pierden fácilmente la paciencia. Pisotean a cualquiera que se interponga en su camino. La constancia no es uno de sus puntos fuertes. Aunque siempre emprenden algo con brío y vigor, suelen detenerse a mitad de camino porque han perdido la paciencia o las ganas. Muestran este comportamiento tanto en su relación amorosa como en su trabajo. Muchos caballos han arruinado sus posibilidades de éxito profesional. Por otro lado, los caballos pueden ser bastante testarudos y quieren conseguir lo que quieren por las buenas o por las malas. Si no lo consiguen, sacan a relucir su temperamento ardiente y se vuelven extremadamente pendencieros y agresivos. Una vez que haya experimentado una de sus rabietas, no volverá a interponerse en su camino.
El caballo y su salud
Un caballo necesita su ejercicio diario, en el establo se atrofia. Así que no hay que preocuparse por su forma física, siempre estará en movimiento, ya sea haciendo deporte o en la discoteca. Sin embargo, debe cuidar sus articulaciones, son algo vulnerables.
El caballo y el trabajo
El caballo triunfa en cualquier profesión en la que tenga que tratar con gente y no se le deje solo. Va al galope cuando está trabajando. Es increíble lo que un caballo puede hacer en muy poco tiempo. Pero también ocurre que de un momento a otro ya no quiere. Entonces se levanta y se va trotando.
El caballo y el amor
Un caballo puede renunciar a todo por amor. Un caballo enamorado es tan apasionado que se olvida por completo de su entorno y descuida así criminalmente su trabajo y su familia. Por eso fracasa tan a menudo en la vida a pesar de su talento. La cabra es una buena compañera para el caballo, porque los cambios de humor de la cabra fracasan por el egoísmo del caballo. El tigre y el perro también son una buena pareja para el caballo. Están demasiado ocupados con sus propios problemas y, por lo tanto, no dan tanta importancia a la volátil vida emocional del caballo.