Amor
Formulada de forma un tanto exagerada, la imagen ideal del hombre Piscis enamorado hace sesenta o setenta años era la de estar de noche en la carretera con una guitarra, tocando sus canciones de amor escritas con el corazón y el alma bajo la ventana de su amada, languideciendo, casi muriéndose de anhelo... Y la mujer Piscis era como Penélope, esperando llena de amor - si hacía falta, incluso durante cuarenta años. Hoy en día, experimentamos el amor de Piscis sobre todo en las correspondientes películas de Hollywood como "Titanic" con Rose y Jack, alias Kate Winslet y Leonardo DiCaprio, cuyo amor se hunde con el Titanic en términos reales, pero se convierte en eterno e inmortal en otro nivel. Como en la película, donde el muerto Jack se hunde lentamente en el mar helado mientras suena la canción de "Titanic": "Cada noche te veo en mis sueños...".
Esto es casi típico del amor de los peces, que permanece insatisfecho en el nivel real cotidiano, pero continúa en el místico. Casi se puede decir con certeza que un Piscis siempre lleva consigo un amor insatisfecho o vive con una pareja que no encarna su gran amor. Porque en la filosofía de un pez, lo verdadero y real no es de este mundo, es divino, misterioso, un enigma e incompatible con la vida práctica cotidiana.
¿Significa esto que las personas que buscan pareja deben dar siempre de lado a Piscis?
Por supuesto que no. Los Piscis son unos contemporáneos tan adorables, amables y considerados que es maravilloso relajarse a su lado. Pero debes saber que, a la larga, tendrás que despedirte de tu Piscis una y otra vez: porque quieren estar solos, porque pueden tener un amante o un amado, porque tienen que meditar o viajar solos. Pero, y ésta es la otra cara, quien sepa mantenerlo con una "correa larga", siempre volverá a él.
Sexo
Los Piscis son muy sensibles en la cama, deseando no sólo su propia satisfacción, sino también la de su amada pareja. Esto los hace muy interesantes en cualquier caso. Porque en la mayoría de las camas, a pesar de toda la iluminación, se "empujan los números" y se "corta la leña" tanto que es una pena. El Piscis es una loable excepción; busca la unión, la armonía de los cuerpos. Su gran sensibilidad le permite intuir los deseos de su pareja amorosa, leerlos literalmente en sus ojos. Por eso no sólo es bueno, sino sobre todo agradable en la cama: sin estrés, sin compulsión al orgasmo, sin números. Un pez así desprende una atracción a la que nadie puede resistirse. El sexo de un pez te da hambre de más, más y más...
Pero eso es sólo una parte. La otra es que la sensibilidad de un pez también puede ser muy molesta. Es decir, cuando el ruido del ascensor en el hotel o la mosca en el dormitorio le impiden disfrutar sin molestias. Y luego están sus estados de ánimo, que en un momento lo hacen tan abierto como el mar y en otro tan cerrado como una ostra. En otras palabras: el amor y el sexo con un pez pueden ser impresionantes: un viaje en las nubes, un vuelo a la eternidad. Y pueden ser tan aburridos y "apagados" que incluso un bostezo cansado seguiría siendo un cumplido.
Fidelidad
El Piscis tiene una vida anímica complicada. Y, sobre todo, se comporta de forma extremadamente contradictoria. Este rasgo ya está conmemorado en el cielo: Al fin y al cabo, el signo clásico del zodiaco Piscis está formado por dos peces que empujan en direcciones opuestas. Y la persona Piscis piensa, siente y actúa exactamente de la misma manera. Dice esto, pero quiere decir lo otro. Quiere ir allí, pero va en dirección contraria. Con tanta contradicción, Piscis se confunde a sí mismo y a los demás cada vez más, hasta que al final sólo queda un gran enigma.
Desde la lógica de la astrología, es bastante comprensible por qué el pez es tan complicado y desconcertante: al fin y al cabo, fue "inventado" y creado por la "existencia" para cuestionar y resolver realidades superficiales. Es la "antimateria" personificada y para la razón el "abogado del diablo" encarnado, el Advocatus Diaboli de la ratio: debe confundir, levantar polvareda, para que la "razón" se cuestione y en primer lugar se creen las condiciones para buscar otra existencia.
Pero su inconsistencia es simplemente un desastre para muchos asuntos interpersonales - y en términos de fidelidad es lo peor de todo: el típico pez que no traiciona a su pareja es tan raro como una perla en una ostra. Los dramas de celos forman parte, por tanto, de la vida amorosa cotidiana de un pez humano, y uno podría sentir lástima por las parejas de los peces si no fuera porque nadie consigue una pareja que no se merece. Dicho de otro modo: Los que aman y se casan con un nacido en Piscis suelen esperar jugar gratis ellos mismos.
Celos
Las personas típicas de Piscis idealizan a su pareja. La colocan en un pedestal muy alto y, naturalmente, no es de recibo que su pareja coquetee con otros o la engañe, aunque los Piscis no sean demasiado exigentes con la fidelidad.
En tales casos, sin embargo, no habrá escenas ruidosas con una pareja de este signo del zodíaco. Piscis detesta las peleas. Prefiere consentir, enfurruñándose en silencio y sombríamente. Y en este estado de ánimo, desde su punto de vista, tarde o temprano no tendrá más remedio que buscar consuelo en otra parte...
Ligar
A Piscis le encanta que le sigan la corriente y que nadie le intimide. Ama la libertad por encima de todo. Así que hay que dejar en paz a Piscis, por un lado. El otro lado es justo el contrario: quiere que lo seduzcan, anhela que lo saquen de su mundo. En otras palabras, cualquier amante de un pez debe, en primer lugar, tener confianza en sí mismo. En segundo lugar, necesita la paciencia de un pescador, debe ser capaz de esperar sin quejarse, debe poner siempre nuevos "cebos", es decir, estímulos, para atraer al pez y luego, en el momento adecuado -y por favor, ni demasiado pronto ni demasiado tarde- agarrarlo con suavidad y firmeza al mismo tiempo.
¿No es todo esto pedir demasiado a alguien que sale a pescar? Pues sí. Por eso, los compañeros de pesca deben tener siempre presente que cada día que su pez no se aleja nadando o se queda encerrado, han conseguido una pequeña obra maestra.
Además, como Piscis no es sólo un aficionado y un filósofo, sino también una persona muy normal con deseos muy normales, he aquí sus "juguetes favoritos": Zapatos (muchos zapatos, un pez típico nunca tiene suficientes zapatos, los colecciona), helados (muchos tipos de helados), telecomunicaciones (internet es claramente el mar moderno de los peces), sauna (a los peces les gusta sudar), aroma de loto (les encantan los aromas pesados), mística (todo pez es, oculto o abierto, un místico), Panorámix (el mago de la serie de cómics Astérix y Obélix), cómics, cervecerías y bodegas (a los peces les gusta beber para vivir; se trata de un pequeño puente improvisado para escapar un poco de la aplastante carga de la vida cotidiana).
Aunque se comportan como los campeones mundiales del flirteo, los besos y las relaciones sociales, en realidad siempre están buscando la pareja de sus sueños, la verdadera alma gemela. Así que, por su bien, mantén las manos alejadas de un pez si sólo quieres una aventura a corto plazo.
